De
entre todos los artistas gráficos españoles del periodo de
entreguerras destaca la figura del valenciano Josep Renau
(Valencia, 1907- Berlín, 1982), sin duda el mejor cartelista
español de todos los tiempos. Renau, que murió en 1982 en la RDA, no sólo es famoso por los incontables
carteles e ilustraciones realizados en España durante la etapa de la
República, sino que destaca también como genio del
fotomontaje (fue uno de los introductores del color en este
campo), como teórico del cartel
(escribió Función social del cartel publicitario), como fundador y
colaborador de varias revistas y como militante comunista.
Militante
del Partido Comunista de España desde 1931 (desde los 24 años), en
Renau es casi imposible separar su faceta política de la artística.
En 1932 fundó, junto a otros, la Unión
de Escritores y Artistas Proletarios, organización desde la que
dinamizó la cultura española del periodo de la República y que le
llevó a ocupar la Dirección General de Bellas Artes en 1936. En
este periodo se tuvo que encargar de misiones tan delicadas como la
custodia y evacuación de las grandes obras de los museos nacionales,
para ponerlas a salvo de los bombardeos y la rapiña de los
fascistas, y también proyectó el famoso Pabellón
de la República Española de la Exposición
universal de París de 1937, en el que colaboró la flor y nata
del arte español, desde el arquitecto Sert, hasta Miró o Picasso,
realizando para el Pabellón
su mejor obra, el Guernica.
Las
influencias de Renau beben directamente de las vanguardias
artísticas: del constructivismo ruso asimiló la interacción armónica de tipografía y
fotografía, los colores planos y la disposición no ortogonal de los textos; de los
cubistas asumió la concepción
geométrica del espacio y la huida de la perspectiva unifocal, además de la volumetría típica
del Art Déco; del futurismo, las líneas cinéticas y las
alternancias tonales; y, sobre todo, del dadaísmo alemán las
técnicas de fotomontaje experimental, en la línea de Hanna Höch o
de su camarada John Heartfield, o la irreverencia temática de Grosz.
Sin
embargo, Renau supo evolucionar con los tiempos. Así, cuando su
compromiso político le exigió abrazar una concepción estética
acorde con los presupuestos exigidos por la Komintern, Renau fue
abandonando paulatinamente la vanguardia por el realismo socialista,
en aras de un arte para el pueblo, al alcance de todos. Fruto de este
compromiso es, por ejemplo, el famoso cartel que llama a reforzar las
filas del Partido Comunista.
Aunque Renau es más conocido en España por su labor como cartelista, también fue un excelente muralista cuya obra se ubica en lugares tan distintos como México (donde trabajó con el mismísimo Alfaro Siqueiros), Valencia o Alemania.
Pero es en el fotomontaje donde Renau saca el mayor partido a su ingenio. Sus mejores obras se insertan en un periodo estríctamente contemporáneo al Pop Art americano y tocan unas temáticas muy parecidas, pero alejadas diametralmente del enfoque de los desenfadados autores norteamericanos. donde aquellos ponen descaro y humor, Renau pone sarcasmo ácido y corrosivo, donde vierten ridículo Renau pone patetismo, y donde en los Estados Unidos no se va más allá de una sana autocrítica, Renau antepone la denuncia social y señala directamente a los culpables de los males de un sistema que no funciona: el capitalismo. En la serie American way of life, que jamás se exibió en los EEUU, Renau se muestra en la plenitud de su obra.
Pero es en el fotomontaje donde Renau saca el mayor partido a su ingenio. Sus mejores obras se insertan en un periodo estríctamente contemporáneo al Pop Art americano y tocan unas temáticas muy parecidas, pero alejadas diametralmente del enfoque de los desenfadados autores norteamericanos. donde aquellos ponen descaro y humor, Renau pone sarcasmo ácido y corrosivo, donde vierten ridículo Renau pone patetismo, y donde en los Estados Unidos no se va más allá de una sana autocrítica, Renau antepone la denuncia social y señala directamente a los culpables de los males de un sistema que no funciona: el capitalismo. En la serie American way of life, que jamás se exibió en los EEUU, Renau se muestra en la plenitud de su obra.
Al final de su vida volvió a recuperar el lenguaje de vanguardia y diseñó en su país de adopción (la República Democrática Alemana) enormes murales en azulejo, de los cuales el titulado La relación entre el hombre y la naturaleza y la tecnología, en Erfurt, fue su última gran obra antes de morir.
La obra de Josep Renau fue injustamente olvidada en España durante la dictadura fascista de Franco. Sin embargo, tras el centenario de su nacimiento se ha vuelto a reavivar el interés en este gran artista y se ha rehabilitado su figura, sin duda la de uno de los mejores artistas gráficos de todos los tiempos.
La obra de Josep Renau fue injustamente olvidada en España durante la dictadura fascista de Franco. Sin embargo, tras el centenario de su nacimiento se ha vuelto a reavivar el interés en este gran artista y se ha rehabilitado su figura, sin duda la de uno de los mejores artistas gráficos de todos los tiempos.
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